Sin necesidad de albahaca, este pesto aprovecha el suave sabor del calabacín, el toque crujiente de las pipas y el amargor de la rúcula para acompañar pasta, pan tostado o verduras. Rápido, saludable y delicioso.
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Paso 1/3
Muele las pipas de calabaza en un procesador o molinillo hasta obtener un polvo fino.
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Paso 2/3
En el vaso de la batidora, incorpora el calabacín troceado, el ajo, la levadura nutricional, las pipas molidas, el vinagre balsámico y un chorrito de agua. Tritura hasta obtener una pasta homogénea.
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Paso 3/3
Pasa el pesto a un cuenco, añade aceite de oliva poco a poco mientras remueves para ajustar la textura, y sazona con sal y pimienta. Sirve al momento o conserva en un tarro hermético en la nevera.