Con su paleta de colores vibrantes y su mezcla de texturas (de la suavidad de la quinoa al crujiente de los rábanos) esta ensalada se convierte en tu aliada para cenas rápidas o como entrante original. El aliño de tahini con un leve dulzor a agave aporta un matiz cremoso que combina de maravilla con las legumbres.
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Paso 1/5
Cuece las lentejas y la quinoa siguiendo las instrucciones del paquete. Escúrrelas y deja que atemperen.
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Paso 2/5
Pela y corta la zanahoria y el pepino en dados pequeños. Corta los rábanos y la cebolleta en rodajas finas.
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Paso 3/5
En un cuenco, mezcla el tahini con el sirope de agave, el zumo de limón y un poco de agua hasta obtener un aliño cremoso. Añade sal, pimienta y los los copos de chile al gusto.
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Paso 4/5
En un bol grande, mezcla la quinoa, las lentejas y las verduras; vierte el vinagre de vino blanco y remueve suavemente para integrar todos los sabores.
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Paso 5/5
Dispón la mezcla sobre la ensalada variada, adereza con el aliño de tahini y sirve templado o a temperatura ambiente.